En esta página subirán todas sus fantásticas redacciones. En esta ocasión una descripción literaria de un objeto.¡Ánimo! Tienen hasta el viernes 31 de octubre, a las 19:00 se cerrará la entrega.
Sobre la mesa del salón, se hallaba un pequeño pero lindo aparatito del que despedían preciosas notas musicales, unidas entre sí. Cada una detrás de la otra iba, siempre sin el orden alterar. Todas se peleaban entre sí por ser la primera, pero sin conciencia tener que su progenitora lo decidía, para que hubiera una perfecta armonía. Cada nota algo significaba y el conjunto de todas hacía que su trabajo hicieran correctamente. Do, re y mi la armonía representaba y sin ellas triste melodía era la que se formaba. Fa, sol, la y si la dulzura simbolizaba, y con ellas, la ternura dominaba. Pero todo esto no se efectuaría si al lindo aparato del que hablo no se le hiciera trabajar, aunque solo fuera una rueda girar, siempre teniendo en cuenta que bien se debe tratar, si algún alma se quiere despertar por muy profunda que se encuentre.
Y la encontré, al fin la encontré, tras tantos años en el olvido, la encontré, después de resignarme a asumir que había desaparecido, la encontré. Maldito destino, por qué habría sido tan cruel separándonos. Ella, la que me había acompañado durante toda mi niñez y la que me había abandonado durante mi juventud, la que siempre había estado allí para consolarme en mis momentos de debilidad, la que me abrazaba en mis ratos de temor y la que me secaba las lágrimas siempre que hiciera falta. Los recuerdos y la euforia me invadían, allí estaba ella, tan endeble..., tan vulnerable, haciendo un inservible e intenso esfuerzo por alzarse para lograr un reencuentro conmigo. Brotaron de mí entonces las lágrimas, fruto de la combinación de emociones que me envolvían, la cogí, y la abracé con todas mis fuerzas. Por fin la estaba rescatando de los años sombríos que había sufrido en el fondo de aquella húmeda caja, en aquel oscuro desván. Allí estábamos las dos, disfrutando de nuestro reencuentro, la separé de mí para verla de nuevo, sus ojitos color sol hablaban por sí mismos, a través de ellos se podía ver la felicidad que ella también estaba sintiendo Le sacudí un poco el polvo y la volví a abrazar, tenerla entre mis brazos era como volver a ser niña otra vez. Sonrosada, rechoncha y achuchable, como siempre. Aunque..., quizá mi pequeña fusión de perro y oso acolchado había ido perdiendo facultades con los años. Ahora era más bien blanca, sus redondas y asimétricas piernas y brazos estaban deshilachados, también tenía las orejas mordisqueadas, y, adornando su cuello, ya sólo quedaba un hilo que tiempo atrás fue una pajarita azul, pero todo esto no la hacía menos bonita, era preciosa, siempre apoyada en el cojín de mi cama sonriendo con la misma calidez que lo hace una madre la primera vez que ve a su hijo. Esperando mi llegada y recibiéndome siempre con su característica mirada amable, dispuesta a soportar cualquier perrería que yo le hiciera y cualquier achuchón que casi la asfixiara. Me levanté sin soltarla, tenía que hacer algo con ella, darle la vida que se merecía realmente. Entonces... sucedió, sentí como se elevaba sobre sus pequeñas piernas, y giraba su cabeza hacia la mía, pegué un brinco cayendo ambas al suelo rebotando ella con tal clase que el suelo pareciese una nube de algodón. Corrió con temor a esconderse detrás de la puerta, era increíble. La miraba tan asombrada y tan intensamente que los ojos casi se me salían de la cara. -No me metas en otra caja, quizá esté algo vieja pero quiero hacer felices a más niños, por favor- dijo serenándose y asomando su cabeza de entre la penumbra, -no lo haré, tranquila- contesté con cariño. Corrió hacia mí y se subió a mis hombros. -Te quiero- me susurró al oído. Le correspondí con una sonrisa y bajamos del desván. Llamé a mi hija pequeña y le otorgué, no sólo un peluche, ni tampoco mi objeto más preciado, le otorgué mi infancia, mis recuerdos, mi pena y mi alegría: Nani.
Con su cuerpo fino y alargado, su pie compuesto de grafito y carboncillo, viste un tanto moderno, con su ropa de rayas negras y amarillas y su sombrerito blanco. Suele tener un olor a madera, carboncillo y otros tantos materiales, que lo notamos solo a veces. Famoso en el mundo entero por el dibujo y la escritura. Lo conocemos tanto los estudiantes poco estudiosos, como algunos trabajadores bastante vagos. En fin, es el instrumento del pensamiento, el compañero del papel, el comienzo de un paisaje… un lápiz es simplemente nada si solo es un lápiz, en cambio, si es utilizado, se convierte en todo.
Una ventana a otro mundo, un paisaje capturado en un pequeño espacio que capta la atención de aquel que lo aprecia. En él, una enorme pradera a la luz del ocaso, adornada con una multitud de vivos destellos rojos,amarillos y azules que lograban encandilar a aquellos que lo confundían con la realidad. De observarlo más detenidamente, un curioso podría encontrar lo que se parece, quizás, a una casa, a una aldea o a un pueblo, que a lo lejos del panorama se dejaba mostrar con un tenue color oscuro. Su contorno, completamente paralelo, intentaba de manera bastante acertada, imitar al color de la madera. Tal era la magnificencia, con la que el artista representó aquel idílico lugar en este cuadro, que lo único que permitía distinguirlo de la realidad, era la calidad del lienzo en el que se mostraba, envejecido por el paso de los años y el tamaño del mismo.
Una chica de baja estatura, delgada con ojos acaramelados y rubia melena, una mirada profunda y penetrante que hacía vibrar el alma de los que la miraban, un tétrico fondo lleno de rosas negras ensangrentadas, un elegante uniforme escolar con falda corta y unas grandes medias que le llegaban por encima de la rodilla y tenían un color semejante a las mareas de invierno, un pañuelo blanco rodeando su delicado cuello de cristal manchado de sangre roja, echada en el suelo y aferrada a su peluche parecía escuchar con sus pequeñas y grandes orejas a un ser terrorífico, transmitía miedo, pánico, pavor, horror, espanto y atrocidad, sus labios sensibles se movían para suplicar piedad por su joven vida.
Rey no soy aunque poder tengo, mis hermanos son tres pero no tan elegantes como yo, cuando los cuatro hermanos nos unimos somos casi imparables y si el azar me elige solo a mí busco a los que me preceden o a los que me suceden y entonces mi poder aumenta, aunque de papel sea. Si me voltearas siempre me verías igual. Entre los más poderosos el tercero soy. A los cuatro hermanos nos gustan dos colores, el rojo y el negro. En la magia a veces intervengo, aparezco, desaparezco y en florituras participo. Nosotros un pelo dorado poseemos y un triste rostro mostramos, pero no miramos en una misma dirección. En la española piernas muestro, una figura estilizada y acompaño a otras treinta y nueve. A mis hermanos y a mí, cuatro figuras distintas nos rodean, unas negras, otras rojas y entre las negras yo me encuentro. Una roja representa el alma, la otra una joya, una negra representa la suerte, y yo una simple hoja. En la española distintas objetos mostramos, uno de nosotros el dinero, otro la lucha, el tercero el cáliz y yo la fuerza. Carta J de picas en la baraja de póker y 10(sota) en la baraja española Carlos Díaz Calzadilla 4ºESO B
Ese baúl que sobre la estantería permanece, por fuera es un objeto simple, con esa pequeña forma donde un pirata tan sólo podría encontrar tres o cuatro monedas de oro; pero que en su interior se encuentra un gran tesoro. A parte de una madera abstracta, cuando lo abres puedes ver una rosa encogida por el tiempo. La flor más bonita que se pueda regalar, aunque haya perdido su color rojizo y puro y esté un tanto marchita; siempre llevará consigo el recuerdo de como me la dieron. Y, ¿Quién sabe? Quizá la pequeña flor siempre viva, y no sólo en mi, sino dentro de esa cajita, dentro de la cajita de los recuerdos. Carmen Amador.
Resplandece como una estrella en lo alto del cielo, y en su interior brilla una cálida luz roja. Cuelga en mí balanceándoce como un pájaro se balancea en la rama de un viejo árbol. Un colgante cuelga en mí, un especial colgante para mí.
Una ventana dorada al paraíso. Es como si estuviese ahí, en ese hermoso lienzo que me atrapa. Mi mente abandona mi cuerpo y viaja a través de la tela. Una vez dentro, la suave brisa acaricia mis sentidos. Noto una cálida sensación en el corazón. Muchos dicen que no existe, yo tampoco lo creía; pensaba que era una mera fantasía del hombre, pero cuando llegas ahí sientes una inmensa sensación de paz y seguridad. Es prácticamente indescriptible, pero creo con certeza que se trata del lugar adonde cualquier persona querría ir. Mi corazón florece; mi nariz siente los mil y un olores; mis oídos perciben el canto de los pájaros y el batir de sus alas; se me eriza la piel y justo en ese momento me doy cuenta de que he llegado al cielo
Flauta. Un instrumento musical el cual manejado con manos expertas puede hablar en muy bella sinfonía con la capacidad de hipnotizar a todo aquel que lo escuche. Dota de un cuerpo alargado con ocho hendiduras las cuales sirven para que este desempeñe su función como instrumento, estos pueden ser de distintos tamaños, materiales pero sobre todo destaca la suave y cálida la madera. Hay varios tipos de piel pero destaca el suave color blanco. Con una forma irregular recordando así a la apariencia de una rama, este que consta de dos partes cilíndricas a excepción de la punta o lengüeta pues es de distinta forma con una suave y deslizante forma que la hace más sencilla y adaptable a la boca de la persona la cual la toca.
Eran grandes y aparatosos, pero a la vez los mejores que el joven tenía. Eran de un color verde oscuro, con unas pequeñas gotas de pintura amarilla hechas a propósito para darle color, darle vida. Eran medio ovalados, con una postura parecida a la de un croissant, y a sus bordes eran suaves y esponjosos. Esperaban echados sobre el escritorio a que lo usaran, a empezar a hacer música, podían hacer desde la más dulce, hasta la más alborotadora y molesta música que existiera. Eran los auriculares preferidos de Raúl. Migue.
Cuando abrí la puerta de la habitación de mis padres, al lado del portarretratos de mi abuela, estaba aquella figura redonda que parecía haber sido golpeada por meteoritos. La rugosidad del papel de embalar con que fue construida debió ser parte de un regalo grande. Parecía estar atrapada en una cárcel por la forma como estaba colocado el hilo carreto que la envolvía. Lo que me costó entender, que aquella piedra que cogimos en la playa, iba a ser el comienzo de aquel juguete. La cogí con las manos y su olor a tierra me traía recuerdos de mi niñez, cuando jugábamos mi hermano y yo. Era la pelota de papel que mi padre me había hecho de pequeña y la guardaba como un tesoro. Raquel Oliva Cabrera 4ºB nº19
Deslizándose velozmente por el sombrío océano, eclipsaba a sus primas, pues no sólo su paso era acelerado, sino que su belleza era tan asombrosa que todos los ojos se posaban en ella. Su cabello dorado siempre ondeaba por el firmamento, dejando escrito en él un esplendor que se desvanecía. La piel bronceada tenía, y de su alma desprendía cálida alegría. Ella se sentía hechicera, pues su luz era muestra de deseo eterno, más no lo era, ya que esa luz algún día se apagaría. Igualmente sus ojos reflejaban contento, porque sólo sería un instante que en la eternidad perduraría.
Me alegro de poder contar con un amigo tan especial a mi lado. Conforme han ido pasando los años, él, ha ido creciendo conmigo, ha cambiado como he hecho yo. Me ha aconsejado y recomendado qué me queda mejor o peor, si combina la camisa con el pantalón, si estoy mal o bien maquillada, peinada, etc. Me ha visto llorar, en mis momentos de bajona, reir cuando me siento feliz, bailar o incluso cantar en un arrebato de locura. Nunca me abandona, siempre puedo contar con él, siempre está junto a mí devolviéndome la mirada a veces de forma tímida, otras sensual, triste, atrevida, enfadada, desmotivada…..es bastante curioso pero a veces lo quiero y me quiero o lo odio y me odio. ¿Sabéis quién es? Es el amigo que me refleja. EL ESPEJO.
Espera, allí quieto, siempre quieto, a que con un giro de muñeca abran alguna de sus dos gigantescas bocas y a continuación introduzcan cualquier cosa, para que la proteja. Suele estar siempre, o casi siempre solo, triste, pero cuando por las mañanas, entre semana, van a visitarle, se arma de alegría. Es muy grande y fuerte, con varias lenguas, ya que tiene también dos bocas enormes, es muy difícil que alguien pueda acceder a él, a no ser que posean las llaves de su corazón. Y con esta frase final, acabo diciendo que es un Armario original. -Hecho por Loren
Aquí estás tú. Tan reluciente como el día en que te vi por primera vez, envuelta en aquel pañuelo de seda azul que olía a primavera. Recuerdo aquel día como uno de los mejores de mi infancia. Nevaba, cuando llamaron a la puerta. Era mi abuela, que sonreía como siempre. En sus manos traía una caja, la cual no tardé en abrir nada más leer mi nombre en ella, escrito con una caligrafía extraordinaria. Lo que había dentro me sorprendió, ya que jamás había visto algo tan bonito: tú, con aquel delicado vestido color rosa y tus bailarinas blancas. Tus cautivadores ojos verdes y tu minúscula boca parecían cobrar vida a cada vuelta que dabas, erguida sobre esas largas y finas piernas. Tu dorado cabello, siempre recogido en una perfecta coleta. Tú, que tantos días de los años siguientes estuviste allí para animarme en mis peores días y acompañarme en mis mejores momentos. Hoy por fin nos hemos visto de nuevo. Tú,como siempre, de bailarina, pero yo ya adulta, mas, sin embargo, nada ha cambiado. Al abrir la caja redonda floreada y descubrir de nuevo la melodía que emane de tu boca, he vuelto a ser niña. Jamás podré olvidarte, pequeña bailarina. Eva Olivero.
Se sentía sola en la esquina de aquel cuarto, con su hogar abrazando, al igual que cosechar polvo al sentirse inutilizada. De ninguna manera podía ser sacada de aquel hogar que no amaba. Tenía la necesidad de ser otra vez algo importante para el artista que alguna vez llenó de vida su cuerpo y todo su ser, como las cuerdas que alegremente sonreían en todos los poblados, con su música hasta los confines de la Tierra. Tenía vida dentro de ella, pero a la vez tristeza al no poder expresar por su autor su sintonía. Su hermosa figura daba senda a ese conjunto de ligaduras que su mundo transformaría. Su estómago un hoyo que representaba su corazón malherido. Ésta, bella criatura, formada de madera en aquella esquina triste y oscura, silenciosa del sabor de tus acordes. Musa de poesía, es canto divino de los ángeles. Llevas mezcla de muchas culturas, cuando será el día en que el artista que tanto te anhelaba, volverá sin dejarte jamás. La guitarra es un pozo de viento, síntonia y muchas veces de melancolía.
Sobre la mesa del salón, se hallaba un pequeño pero lindo aparatito del que despedían preciosas notas musicales, unidas entre sí. Cada una detrás de la otra iba, siempre sin el orden alterar. Todas se peleaban entre sí por ser la primera, pero sin conciencia tener que su progenitora lo decidía, para que hubiera una perfecta armonía. Cada nota algo significaba y el conjunto de todas hacía que su trabajo hicieran correctamente. Do, re y mi la armonía representaba y sin ellas triste melodía era la que se formaba. Fa, sol, la y si la dulzura simbolizaba, y con ellas, la ternura dominaba.
ResponderEliminarPero todo esto no se efectuaría si al lindo aparato del que hablo no se le hiciera trabajar, aunque solo fuera una rueda girar, siempre teniendo en cuenta que bien se debe tratar, si algún alma se quiere despertar por muy profunda que se encuentre.
Eduardo Jiménez Calzadilla 4º ESO B
Bien Eduardo, pero hay errores de puntuación y es algo corta. Nota:8
EliminarY la encontré, al fin la encontré, tras tantos años en el olvido, la encontré, después de resignarme a asumir que había desaparecido, la encontré.
ResponderEliminarMaldito destino, por qué habría sido tan cruel separándonos.
Ella, la que me había acompañado durante toda mi niñez y la que me había abandonado durante mi juventud, la que siempre había estado allí para consolarme en mis momentos de debilidad, la que me abrazaba en mis ratos de temor y la que me secaba las lágrimas siempre que hiciera falta.
Los recuerdos y la euforia me invadían, allí estaba ella, tan endeble..., tan vulnerable, haciendo un inservible e intenso esfuerzo por alzarse para lograr un reencuentro conmigo.
Brotaron de mí entonces las lágrimas, fruto de la combinación de emociones que me envolvían, la cogí, y la abracé con todas mis fuerzas. Por fin la estaba rescatando de los años sombríos que había sufrido en el fondo de aquella húmeda caja, en aquel oscuro desván.
Allí estábamos las dos, disfrutando de nuestro reencuentro, la separé de mí para verla de nuevo, sus ojitos color sol hablaban por sí mismos, a través de ellos se podía ver la felicidad que ella también estaba sintiendo
Le sacudí un poco el polvo y la volví a abrazar, tenerla entre mis brazos era como volver a ser niña otra vez.
Sonrosada, rechoncha y achuchable, como siempre. Aunque..., quizá mi pequeña fusión de perro y oso acolchado había ido perdiendo facultades con los años. Ahora era más bien blanca, sus redondas y asimétricas piernas y brazos estaban deshilachados, también tenía las orejas mordisqueadas, y, adornando su cuello, ya sólo quedaba un hilo que tiempo atrás fue una pajarita azul, pero todo esto no la hacía menos bonita, era preciosa, siempre apoyada en el cojín de mi cama sonriendo con la misma calidez que lo hace una madre la primera vez que ve a su hijo. Esperando mi llegada y recibiéndome siempre con su característica mirada amable, dispuesta a soportar cualquier perrería que yo le hiciera y cualquier achuchón que casi la asfixiara. Me levanté sin soltarla, tenía que hacer algo con ella, darle la vida que se merecía realmente. Entonces... sucedió, sentí como se
elevaba sobre sus pequeñas piernas, y giraba su cabeza hacia la mía, pegué un brinco cayendo ambas al suelo rebotando ella con tal clase que el suelo pareciese una nube de algodón. Corrió con temor a esconderse detrás de la puerta,
era increíble. La miraba tan asombrada y tan intensamente que los ojos casi se me salían de la cara. -No me metas en otra caja, quizá esté algo vieja pero quiero hacer felices a más niños, por favor- dijo serenándose y asomando su cabeza de entre la penumbra, -no lo haré, tranquila- contesté con cariño. Corrió hacia mí y se subió a mis hombros. -Te quiero- me susurró al oído. Le correspondí con una sonrisa y bajamos del desván.
Llamé a mi hija pequeña y le otorgué, no sólo un peluche, ni tampoco mi objeto más preciado, le otorgué mi infancia, mis recuerdos, mi pena y mi alegría: Nani.
Muy bien Andrea, aunque hay mucha parte narrativa. Nota:9,5
EliminarCon su cuerpo fino y alargado, su pie compuesto de grafito y carboncillo, viste un tanto moderno, con su ropa de rayas negras y amarillas y su sombrerito blanco.
ResponderEliminarSuele tener un olor a madera, carboncillo y otros tantos materiales, que lo notamos solo a veces.
Famoso en el mundo entero por el dibujo y la escritura.
Lo conocemos tanto los estudiantes poco estudiosos, como algunos trabajadores bastante vagos.
En fin, es el instrumento del pensamiento, el compañero del papel, el comienzo de un paisaje… un lápiz es simplemente nada si solo es un lápiz, en cambio, si es utilizado, se convierte en todo.
Claudia Pérez López 4ºB
Un poco flojo, Claudia, y corto. La idea no está mal, pero no le has sacado mucho partido. Nota:6,75
EliminarUna ventana a otro mundo, un paisaje capturado en un pequeño espacio que capta la atención de aquel que lo aprecia. En él, una enorme pradera a la luz del ocaso, adornada con una multitud de vivos destellos rojos,amarillos y azules que lograban encandilar a aquellos que lo confundían con la realidad. De observarlo más detenidamente, un curioso podría encontrar lo que se parece, quizás, a una casa, a una aldea o a un pueblo, que a lo lejos del panorama se dejaba mostrar con un tenue color oscuro. Su contorno, completamente paralelo, intentaba de manera bastante acertada, imitar al color de la madera. Tal era la magnificencia, con la que el artista representó aquel idílico lugar en este cuadro, que lo único que permitía distinguirlo de la realidad, era la calidad del lienzo en el que se mostraba, envejecido por el paso de los años y el tamaño del mismo.
ResponderEliminarFlorentín Pérez González.
Florentín, te sucede como a Alejandro, buena redacción pero no es exactamente lo que pedía. Nota:9
EliminarPoster:
ResponderEliminarUna chica de baja estatura, delgada con ojos acaramelados y rubia melena, una mirada profunda y penetrante que hacía vibrar el alma de los que la miraban, un tétrico fondo lleno de rosas negras ensangrentadas, un elegante uniforme escolar con falda corta y unas grandes medias que le llegaban por encima de la rodilla y tenían un color semejante a las mareas de invierno, un pañuelo blanco rodeando su delicado cuello de cristal manchado de sangre roja, echada en el suelo y aferrada a su peluche parecía escuchar con sus pequeñas y grandes orejas a un ser terrorífico, transmitía miedo, pánico, pavor, horror, espanto y atrocidad, sus labios sensibles se movían para suplicar piedad por su joven vida.
Antonio Raúl Guijarro Contreras
Un descripción muy romántica (por el toque de horror);) ¡Qué pena que la hayas hecho tan corta!, porque me gustaba la idea. Nota:8
EliminarRey no soy aunque poder tengo, mis hermanos son tres pero no tan elegantes como yo, cuando los cuatro hermanos nos unimos somos casi imparables y si el azar me elige solo a mí busco a los que me preceden o a los que me suceden y entonces mi poder aumenta, aunque de papel sea. Si me voltearas siempre me verías igual. Entre los más poderosos el tercero soy. A los cuatro hermanos nos gustan dos colores, el rojo y el negro. En la magia a veces intervengo, aparezco, desaparezco y en florituras participo. Nosotros un pelo dorado poseemos y un triste rostro mostramos, pero no miramos en una misma dirección. En la española piernas muestro, una figura estilizada y acompaño a otras treinta y nueve. A mis hermanos y a mí, cuatro figuras distintas nos rodean, unas negras, otras rojas y entre las negras yo me encuentro. Una roja representa el alma, la otra una joya, una negra representa la suerte, y yo una simple hoja. En la española distintas objetos mostramos, uno de nosotros el dinero, otro la lucha, el tercero el cáliz y yo la fuerza.
ResponderEliminarCarta J de picas en la baraja de póker y 10(sota) en la baraja española
Carlos Díaz Calzadilla 4ºESO B
Buena redacción pero falta una mayor creatividad y lenguaje literario. Nota:7
EliminarEse baúl que sobre la estantería permanece, por fuera es un objeto simple, con esa pequeña forma donde un pirata tan sólo podría encontrar tres o cuatro monedas de oro; pero que en su interior se encuentra un gran tesoro. A parte de una madera abstracta, cuando lo abres puedes ver una rosa encogida por el tiempo. La flor más bonita que se pueda regalar, aunque haya perdido su color rojizo y puro y esté un tanto marchita; siempre llevará consigo el recuerdo de como me la dieron. Y, ¿Quién sabe? Quizá la pequeña flor siempre viva, y no sólo en mi, sino dentro de esa cajita, dentro de la cajita de los recuerdos.
ResponderEliminarCarmen Amador.
Corta pero interesante, deberías haberle dado mayor profundidad. Nota:6
EliminarResplandece como una estrella
ResponderEliminaren lo alto del cielo, y en su interior brilla una cálida luz roja.
Cuelga en mí balanceándoce como un pájaro se balancea en la rama de un viejo árbol.
Un colgante cuelga en mí, un especial colgante para mí.
Muy flojo, corto y con errores de ortografía. Nota: 3
EliminarViaje Espiritual a través de un lienzo
ResponderEliminarUna ventana dorada al paraíso. Es como si estuviese ahí, en ese hermoso lienzo que me atrapa. Mi mente abandona mi cuerpo y viaja a través de la tela. Una vez dentro, la suave brisa acaricia mis sentidos. Noto una cálida sensación en el corazón. Muchos dicen que no existe, yo tampoco lo creía; pensaba que era una mera fantasía del hombre, pero cuando llegas ahí sientes una inmensa sensación de paz y seguridad. Es prácticamente indescriptible, pero creo con certeza que se trata del lugar adonde cualquier persona querría ir. Mi corazón florece; mi nariz siente los mil y un olores; mis oídos perciben el canto de los pájaros y el batir de sus alas; se me eriza la piel y justo en ese momento me doy cuenta de que he llegado al cielo
Alejandro José Pérez Hernández 4º ESO B
Muy buena redacción, pero la idea que utilizas no es exactamente lo que pedía. Nota:9
EliminarFlauta.
ResponderEliminarUn instrumento musical el cual manejado con manos expertas puede hablar en muy bella sinfonía con la capacidad de hipnotizar a todo aquel que lo escuche.
Dota de un cuerpo alargado con ocho hendiduras las cuales sirven para que este desempeñe su función como instrumento, estos pueden ser de distintos tamaños, materiales pero sobre todo destaca la suave y cálida la madera. Hay varios tipos de piel pero destaca el suave color blanco. Con una forma irregular recordando así a la apariencia de una rama, este que consta de dos partes cilíndricas a excepción de la punta o lengüeta pues es de distinta forma con una suave y deslizante forma que la hace más sencilla y adaptable a la boca de la persona la cual la toca.
No es demasiado creativa y además tienes algunos errores de redacción y concordancia. Nota:4
EliminarEran grandes y aparatosos, pero a la vez los mejores que el joven tenía. Eran de un color verde oscuro, con unas pequeñas gotas de pintura amarilla hechas a propósito para darle color, darle vida. Eran medio ovalados, con una postura parecida a la de un croissant, y a sus bordes eran suaves y esponjosos. Esperaban echados sobre el escritorio a que lo usaran, a empezar a hacer música, podían hacer desde la más dulce, hasta la más alborotadora y molesta música que existiera.
ResponderEliminarEran los auriculares preferidos de Raúl.
Migue.
No le has puesto muchas ganas, la idea no está mal, pero deberías haber trabajado más la redacción. Nota: 4
EliminarCuando abrí la puerta de la habitación de mis padres, al lado del portarretratos de mi abuela, estaba aquella figura redonda que parecía haber sido golpeada por meteoritos. La rugosidad del papel de embalar con que fue construida debió ser parte de un regalo grande. Parecía estar atrapada en una cárcel por la forma como estaba colocado el hilo carreto que la envolvía. Lo que me costó entender, que aquella piedra que cogimos en la playa, iba a ser el comienzo de aquel juguete. La cogí con las manos y su olor a tierra me traía recuerdos de mi niñez, cuando jugábamos mi hermano y yo. Era la pelota de papel que mi padre me había hecho de pequeña y la guardaba como un tesoro.
ResponderEliminarRaquel Oliva Cabrera 4ºB nº19
Buena idea, pero algo corta. Buena redacción. Nota: 7,5
EliminarDeslizándose velozmente por el sombrío océano, eclipsaba a sus primas, pues no sólo su paso era acelerado, sino que su belleza era tan asombrosa que todos los ojos se posaban en ella.
ResponderEliminarSu cabello dorado siempre ondeaba por el firmamento, dejando escrito en él un esplendor que se desvanecía. La piel bronceada tenía, y de su alma desprendía cálida alegría.
Ella se sentía hechicera, pues su luz era muestra de deseo eterno, más no lo era, ya que esa luz algún día se apagaría. Igualmente sus ojos reflejaban contento, porque sólo sería un instante que en la eternidad perduraría.
Claudia Sacramento Pérez 4ºB
Claudia, no sé. A lo que te refieres, así que mi nota está condicionada por esa razón, además es muy corta. Nota:5
EliminarEra una estrella fugaz...
EliminarMe despistó la piel bronceada. Además es muy corta, aunque ahora que sé lo que es tiene mejor pinta. Nota: 6,5
EliminarMe alegro de poder contar con un amigo tan especial a mi lado. Conforme han ido pasando los años, él, ha ido creciendo conmigo, ha cambiado como he hecho yo. Me ha aconsejado y recomendado qué me queda mejor o peor, si combina la camisa con el pantalón, si estoy mal o bien maquillada, peinada, etc. Me ha visto llorar, en mis momentos de bajona, reir cuando me siento feliz, bailar o incluso cantar en un arrebato de locura. Nunca me abandona, siempre puedo contar con él, siempre está junto a mí devolviéndome la mirada a veces de forma tímida, otras sensual, triste, atrevida, enfadada, desmotivada…..es bastante curioso pero a veces lo quiero y me quiero o lo odio y me odio. ¿Sabéis quién es? Es el amigo que me refleja. EL ESPEJO.
ResponderEliminarLaura Martín Hdez. 4ºB Nº18
Me gusta mucho, pero algo corto. Buena idea. Nota: 8,75
EliminarEspera, allí quieto, siempre quieto, a que con un giro de muñeca abran alguna de sus dos gigantescas bocas y a continuación introduzcan cualquier cosa, para que la proteja. Suele estar siempre, o casi siempre solo, triste, pero cuando por las mañanas, entre semana, van a visitarle, se arma de alegría.
ResponderEliminarEs muy grande y fuerte, con varias lenguas, ya que tiene también dos bocas enormes, es muy difícil que alguien pueda acceder a él, a no ser que posean las llaves de su corazón.
Y con esta frase final, acabo diciendo que es un Armario original.
-Hecho por Loren
Muy buena idea, pero podrías haberla hecho más larga. Nota:7
EliminarAquí estás tú. Tan reluciente como el día en que te vi por primera vez, envuelta en aquel pañuelo de seda azul que olía a primavera. Recuerdo aquel día como uno de los mejores de mi infancia. Nevaba, cuando llamaron a la puerta. Era mi abuela, que sonreía como siempre. En sus manos traía una caja, la cual no tardé en abrir nada más leer mi nombre en ella, escrito con una caligrafía extraordinaria. Lo que había dentro me sorprendió, ya que jamás había visto algo tan bonito: tú, con aquel delicado vestido color rosa y tus bailarinas blancas. Tus cautivadores ojos verdes y tu minúscula boca parecían cobrar vida a cada vuelta que dabas, erguida sobre esas largas y finas piernas. Tu dorado cabello, siempre recogido en una perfecta coleta. Tú, que tantos días de los años siguientes estuviste allí para animarme en mis peores días y acompañarme en mis mejores momentos. Hoy por fin nos hemos visto de nuevo. Tú,como siempre, de bailarina, pero yo ya adulta, mas, sin embargo, nada ha cambiado. Al abrir la caja redonda floreada y descubrir de nuevo la melodía que emane de tu boca, he vuelto a ser niña. Jamás podré olvidarte, pequeña bailarina.
ResponderEliminarEva Olivero.
Me encanta, buena redacción e historia. Nota :10
EliminarSe sentía sola en la esquina de aquel cuarto, con su hogar abrazando, al igual que cosechar polvo al sentirse inutilizada. De ninguna manera podía ser sacada de aquel hogar que no amaba. Tenía la necesidad de ser otra vez algo importante para el artista que alguna vez llenó de vida su cuerpo y todo su ser, como las cuerdas que alegremente sonreían en todos los poblados, con su música hasta los confines de la Tierra. Tenía vida dentro de ella, pero a la vez tristeza al no poder expresar por su autor su sintonía. Su hermosa figura daba senda a ese conjunto de ligaduras que su mundo transformaría. Su estómago un hoyo que representaba su corazón malherido. Ésta, bella criatura, formada de madera en aquella esquina triste y oscura, silenciosa del sabor de tus acordes. Musa de poesía, es canto divino de los ángeles. Llevas mezcla de muchas culturas, cuando será el día en que el artista que tanto te anhelaba, volverá sin dejarte jamás. La guitarra es un pozo de viento, síntonia y muchas veces de melancolía.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, además has intentado imitar al autor. Buen trabajo. Nota:8,5
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